domingo, 22 de mayo de 2011

Cosechas lo que siembras

Un hombre tenía un inmenso jardín con las flores más bellas, fragantes y coloridas que había en la región. Año tras año participaba y ganaba el concurso que premiaba las flores de más alta calidad. Por su espíritu y dedicación, este hombre era el ejemplo para todos en la región.

Luego del último concurso, fue entrevistado por un periodista quien, curioso, quiso conocer el secreto del éxito del jardinero, quien contesto:

- La calidad de mi jardín se la debo a que en cada cosecha, reservo las mejores semillas y las comparto con mis vecinos para que también las siembren.
- ¿Cómo dice? – exclamo el periodista asombrado – ¡eso es una locura! ¿Para que compartir su mejor semilla con sus vecinos? ¿Acaso no teme usted que sus vecinos ganen el concurso, o se hagan más famosos que usted y le quiten el prestigio que ha ganado a lo largo de tantos años?
- Permítame explicarle –dijo el jardinero con palabras de amor – el viento lleva el polen de las flores de un jardín para otro. Si mis vecinos siembran una semilla de menor calidad, la polinización cruzada dañaría lentamente la calidad de mi jardín. Si mi propósito es cultivar las mejores y más bellas flores, debo ayudar a que mis vecinos también lo hagan, de esta forma todos nos beneficiamos y nuestros jardines subirán de calidad en cada temporada.

Pensativo, el periodista reflexiono en su intimidad, meditaba a cerca de la lección recibida, pues esta había penetrado hasta lo más profundo de su corazón. Se preguntaba incansablemente como podía contribuir a esparcir la semilla del amor que había sido sembrada en su corazón.

Cuando leí esta historia me di cuenta que todas las situaciones de nuestra vida se parecen a un jardín. Seguramente tenemos situaciones de vida que consideramos como flores de alta calidad, otras sean flores algo marchitas por el sol, tal vez algunas estén clavadas en el corazón tan profundamente que sea doloroso sacarlas.

Hoy quiero animarte a que hagas un inventario de tus mejores semillas y comiences a compartirlas con tus vecinos, poco a poco tu vida se ira transformando y cuando menos te lo imagines únicamente tendrás semillas de alta calidad a tu alrededor y el jardín de tus vecinos será tan colorido como el tuyo y el de tu familia.

Quieres prosperidad, siembra prosperidad entre tus vecinos. La prosperidad integral te permite mantener la sonrisa del alma. Quieres vivir de acuerdo los principios eternos, ayuda a que tus vecinos conozcan y practiquen estos principios. Quieres buscar la felicidad, ayuda a que otros encuentren su propio camino, pues el bienestar de cada uno esta unido al bienestar de todos porque somos uno solo cuerpo, pues más bienaventurado es dar que recibir.

Te invito a que comiences a compartir tus mejores semillas de valores, principios y cualidades. Al final la cosecha esta garantizada y consiste en la construcción de una mejor sociedad donde prime el amor por el prójimo. Ten presente siempre que cosechas lo que siembras.

Aporte: Una Vida Maravillosa
www.unavidamaravillosa.com

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